[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»Hola, bienvenid@ Vendedor Ninja.» font_container=»tag:h2|text_align:center»][vc_column_text]
Me llamo Josué Gadea y hoy en día puedo decir que ayudo a empresas a realizar algunos cambios en su modelo de negocio para que aumenten sus ventas, para que ganen clientes, para que adelanten a su competencia y que no les falte el trabajo.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»484″ img_size=»full» alignment=»center» css_animation=»top-to-bottom»][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_custom_heading text=»¿Sabes? Pero no siempre fui un vendedor ninja como lo soy ahora, consultor, conferenciante de éxito… ni mucho menos…» font_container=»tag:h3|text_align:left»][vc_column_text]A principios de 2001 realicé mi primer trabajo como comercial, vendiendo páginas web y si te soy sincero… tengo que decirte que no vendí nada… muchas visitas… muchos contactos a través de la web… pero al final lo que se dicen resultados, pocos (por no decir ninguno).
Recuerdo que para mi empezar a vender supuso exponerme a un mundo desconocido. No sabía muy bien cómo encarar a mis prospectos. Además me enfocaba en dar una buena impresión, dar una buena imagen, hablar sin fallos, y dado que tenía el foco puesto en estas cosas descuidaba al prospecto, no captaba lo que me quería decir, no sabía leer entre líneas… así que vendía más bien poco tirando a nada.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Me ponía nervioso cuando iba a vender. Me preguntaba «¿gustará mi producto?» «¿Me chillarán?» «¿Se reirán de mi?»… es decir me preocupaba de cosas que no podía controlar, mi nivel de estrés aumentaba como mi nerviosismo cuando hablaba con un prospecto… y me temblaba la voz… se puede decir que era… un auténtico desastre.
Y es que las circunstancias tampoco me acompañaban: una vez quedé con un empresario para llegar a un acuerdo de colaboración… si me costaba empezar imagínate cómo me quedé cuando me sucedió esto:
– Hola, pues quería hablar con usted porque nosotros…
-Espera- Se levanta. Va hacia la puerta del despacho llama a dos o tres colegas (no recuerdo ya cuántos eran). Los colegas entran y cierra la puerta con llave.
Joder! No me lo pongas más difícil. Reconozco que casi me hago caquita encima.
Tras el «éxito» en esta empresa y después de finalizar mi supermaster del universo en Marketing empecé a trabajar en una empresa de comercialización de viviendas, primero como técnico de marketing, después como gestor comercial… más edad, más experiencia, mayores conocimientos… eso me hacía sentirme más cómodo en este mundillo. Y fue aquí donde desarrollé mi mentalidad estratégica de marketing, planificar acciones, elegir el público objetivo, fijar los precios, desarrollar productos, comunicar…
Pero aun tenía una carencia: aún no había vendido directamente a un prospecto.
El destino quiso que un día mi jefe me pillara en el pasillo y me dijera:
-Josué, ¿dónde te ves en un futuro?
A lo que yo contesté:
-Me veo con mi propia empresa.
-¿Ah si? Pues vete ya, ¿no? si quieres montar tu empresa ¿a qué esperas? -me espetó.
Caquita otra vez.
Yo me quedé sin palabras y a las pocas semanas sin empleo. Parece ser que no era yo la oveja dócil que todo empresario quisiera para su negocio.
Tras estar desempleado varios meses, allá por 2005 empecé a trabajar en una inmobiliaria. Fue mi baño de fuego. Mi auténtico máster. Buscando clientes a puerta fría. Con unos controles férreos y diarios sobre los resultados. Ahí empecé a tratar con prospectos y a vender.
Y estuve en el sector hasta 2007. En 2006 como director comercial de una empresa promotora inmobiliaria. Y en 2007 en la mía propia, que cerré por crisis económica.
Ufff. Bendita crisis. Si no hubiera sido por ella yo hoy no estaría donde estoy.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_custom_heading text=»El reciclaje:» font_container=»tag:h3|text_align:left»][vc_column_text]En 2008 empecé a trabajar en la Cámara de Comercio de Alicante. Y allí me di cuenta de una cosa. La gran mayoría de personas que venía porque iban a montar un negocio o porque tenían uno, querían saber qué hacer para vender más. Bien! Tenían delante ahora sí, a la persona idónea. 7 años de experiencia en ventas y marketing y habiendo vendido (ahora sí) importantes cantidades de producto y habiendo facturado cantidades más que considerables. Así que empecé a asesorar en ventas. No era mi competencia, no tenía porqué hacerlo, pero me sentía terriblemente bien ayudando a las personas a avanzar en sus negocios.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»485″ img_size=»full» alignment=»center» css_animation=»top-to-bottom»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Y el reciclaje fue profundo: hice mi segundo máster en marketing, me convertí en cliente VIP de Amazon porque me gastaba (y aún lo sigo haciendo) unos 300€ en libros al año. Y me puse al día en nuevos modelos de negocio. Técnicas de visual thinking. Emprendimiento.
Pero…
Todo se acaba. El 29 de diciembre de 2011 me despidieron por falta de fondos. Y el 1 de enero de 2012 inicié mi negocio como consultor y formador en ventas y marketing. Y… hasta ahora.
Desde entonces no he parado de trabajar, como formador, he facilitado conferencias, he realizado cientos de horas de consultoría con empresas de los más diversos sectores…
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»486″ img_size=»full» alignment=»center» css_animation=»top-to-bottom»][vc_column_text]Josué.
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Ayudo a empresarios como tú, a hacer algunos cambios o a entrenar algunas habilidades para que vendan y conseguir así que tengan negocios prósperos y rentables.
Y me sigo formando. Me formé en coaching y mi biblioteca la componen los mejores libros de psicología del consumidor, copywriting, ventas, comunicación…
Por cierto, estoy casado y vivo feliz con mi mujer y mi hijo Josué Jr.
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